Al comenzar con el registro camión, los gendarmes detectaron que los precintos de seguridad aduanero (el mismo permite que la autoridad aduanera pueda controlar la seguridad de las mercancías que entran y salen del territorio nacional) tenían anomalías, signos de haber sido manipulados.
Ante este indicio, los funcionarios procedieron a retirar los precintos y continuaron con la inspección del semirremolque, donde constataron la existencia de 60 bultos que contenían mercadería de contrabando.
Al efectuar la apertura de las bolsas, el personal de la Fuerza detectó un total de 1.300 kilos de hojas de coca en estado natural.