Según Clarin.com, la cúpula del FMI adoptó todas las medidas burocráticas posibles para estirar al máximo los plazos y negociar el giro de divisas con quien gane el 27. En Washington consideran que ese día Alberto Fernández será el nuevo Presidente. En caso de que -con sorpresa- haya balotaje, el desembolso se demoraría hasta diciembre.
Con esta resolución política, el Fondo pondrá en “máximo estrés” a la Argentina: la economía necesita antes de fin de año 7.000 millones de dólares frescos para cerrar sus precarias cuentas. Ahora en Wall Street los informes confidenciales del JP Morgan, Merrill Lynch y Moody’s advierten a sus clientes sobre un eventual default.